viernes. 19.04.2024
Santiago

Los globos blancos y los fuegos del Apóstol iluminan el espíritu de Angrois

Los fuegos del Apóstol, suspendidos hace un año por la tragedia ferroviaria del 24 de julio de 2013, han arrancado con un sentido homenaje dedicado a las víctimas del accidente de tren, gesto que ha ido acompañado de una consigna única y compartida: 'Un recuerdo de luz, un camino de energía'.

 

Suelta de globos blancos e iluminación propia para los nombres de todos y cada uno de los fallecidos en la tragedia ferroviaria que perdieron la vida en el barrio compostelano de Angrois hace hoy justo un año han marcado el punto de partida de una auténtica apoteosis de fuego, vídeo, luz y sonido.

 

En un lugar emblemático y con una gran fuerza espiritual como la plaza del Obradoiro, este espectáculo de pirotecnia ha unido esta noche sentimiento y recuerdo, bajo una melodía al piano evocadora de sensaciones, una combinación aplaudida y ovacionada por un entregado público. El templo se ha mostrado distinto este año, con un andamiaje a modo de esqueleto metálico que crecía y mutaba, creando una visual en 3D única e irrepetible y, en el frente, el metal y la piedra, y la quema de la fachada neogótica.

 

En el montaje, más allá del siniestro en las vías, ha ocupado un lugar privilegiado otra conmemoración muy distinta, el octavo centenario de la peregrinación de San Francisco de Asís a Compostela, un viaje que se inició en Jerusalén en el año 44 de nuestra era y que ha sido relatado con cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego.

 

Todos ellos han conducido a los asistentes de un lugar a otro, de una era a otra, como una máquina del tiempo que viaja a la velocidad de la luz. El azul del cielo ha dejado paso al azul del mar, al de las costas de Palestina, y luego, al azul del Campus Stellae, una curiosa metáfora, sobre todo porque en las aguas del río gallego Ulla, cuenta la leyenda, se vieron ángeles navegantes. La devoción por el Apóstol arrastró desde tiempos inmemoriales a hombres, mujeres y también a santos, como San Francisco de Asís, "un santo visitando a otro santo".

 

En Sahagún, ha contado una voz en off que ha ejercido de narrador, se hizo con San Francisco el milagro y un jardín seco reverdeció. Ya en Santiago, el carbonero Cotolay, que vivía junto a la ermita en la que se alojó San Francisco, encontró un "tesoro" en el lugar en el que se construyó el convento franciscano. La recreación de la empresa Acciona ha permitido rememorar los momentos más significativos de la construcción de la Catedral, los símbolos jacobeos y los principales caminos de peregrinación.

 

Así, partiendo de Compostela, los caminos han ido creciendo por Galicia y por el mundo entero, hasta regresar al punto de partida, el centro del templo, meta que se ha alcanzado entre un 'boom' de más de cuatro mil fuegos de artificio que culminaron con una lluvia de estrellas doradas que cubrió el cielo compostelano bajo el sugerente sonido de la gaita gallega.

 

Los globos blancos y los fuegos del Apóstol iluminan el espíritu de Angrois