sábado. 20.04.2024

La doctora Pilar Gándara ha realizado, en su tesis de doctorado, un estudio clínico de las lesiones de leucoplasia oral a pacientes de la Clínica de la Universidad Docente de Medicina Oral que constata que ocho de cada cien personas con esta enfermedad pueden desarrollar cáncer bucal. La leucoplasia oral es una mancha blanca que puede aparecer en cualquier zona de la mucosa de la cavidad oral -encía, paladar, lengua o mejillas- y su característica más importante es que puede transformarse en cáncer, ha informado la Universidad de Santiago de Compostela (USC) en un comunicado.

 

El proyecto, bajo el título 'Estudio de la transformación maligna y factores de riesgo en pacientes con leucoplasia oral', comprende un período entre enero de 1995 y diciembre de 2010, y ha recibido la máxima nota de sobresaliente 'cum laude', bajo la dirección de los profesores Mercedes Gallas, Mario Pérez-Sayáns y José Manuel Suárez. El análisis de supervivencia llevado a cabo establece que el índice de transformación en cáncer de estas lesiones es del 8,2 por ciento de los pacientes, un dato similar al registrado en otros países europeos.

 

En los once años de seguimiento se esperaría que la proporción de pacientes que no tengan sufrido un cáncer sea del 73,9 por ciento, marcando el quinto año como el momento en el que se produce un mayor número de malignizaciones, siendo las leucoplasias localizadas en la lengua y en el suelo de la boca las que se transforman más en cáncer, explica la nota. En el caso de personas no fumadoras supone un riesgo cinco veces mayor de que aparezca un cáncer que en los pacientes fumadores, un valor semejante al que se ha registrado en la malignidad de manchas detectadas atendiendo a su homogeneidad, siendo las no homogéneas las que deben ser controladas con más frecuencia.

 

"Éstas presentan un riesgo de desarrollar cáncer cinco veces superior que las leucoplasias homogéneas o de coloración blanca", ha apuntado la doctora. Con este estudio, Gándara informa de que, con estos resultados, se evidencia la importancia del control y revisión continuada por parte del odontólogo en función del grado de displasia, la localización, la forma clínica y el consumo de tabaco. "El objetivo es realizar un diagnóstico precoz de cáncer oral", ha concluido.

 

Ocho de cada 100 personas con leucoplasia oral pueden desarrollar cáncer