jueves. 28.03.2024

El dolor de cabeza es la primera causa de visita al médico en nuestro país. Sin embargo, según la Sociedad Española de Neurología, el 40 % de los pacientes no acude a las consultas para realizar un diagnóstico y recurre a la automedicación. Pero no todas las cefaleas se solucionan con un analgésico. Algunas esconden otras patologías, por lo que es interesante conocer el porqué del dolor para obrar en consecuencia y evitar complicaciones. Las causas del dolor de cabeza pueden ser múltiples. Uno de los principales desencadenantes es el estrés, origen de la conocida “cefalea tensional”; pero también pueden existir factores ambientales, hormonales e incluso hereditarios. Otro elemento que influye es la alimentación: productos como las nueces, el queso o el chocolate pueden causar cefaleas, así como la ingesta de alcohol.

 

Tipos de cefaleas

Existen diferentes tipos de cefaleas, algunas más preocupantes que otras. Conviene acudir rápidamente al médico cuando el dolor aparece de forma repentina con una sensación de estallido o trueno en la cabeza. En el peor de los casos, ese síntoma puede indicar hemorragia, por lo que constituye una urgencia médica y debe ser tratada con celeridad.

 

Los dolores esporádicos no son tan alarmantes, pero también requerirán la visita al médico cuando se repiten con demasiada frecuencia. Para empezar, las cefaleas se dividen en dos grandes grupos: primarias y secundarias. Las primarias son aquellas en las que el dolor de cabeza es el principal síntoma de la enfermedad y no están vinculados a otras patologías. Dentro de este grupo se incluyen la mayoría de cefaleas, como la migraña, el dolor de cabeza tensional, etc.

 

Las cefaleas secundarias son la que esconden alguna enfermedad subyacente, como una sinusitis, una infección, hipertensión, hemorragia, tumor, etc. También existen dolores de cabeza que no se incluyen dentro de esta clasificación, como los de origen neurológico, los que tienen relación con la vista o los que se derivan de un problema facial. La mayor parte de cefaleas pertenecen al grupo de las primarias. Las más extendidas entre la población son:

 

Migrañas

Se caracterizan por un dolor pulsátil y persistente en la cabeza que puede ir asociado a vómitos, mareos e hipersensibilidad a la luz. En ocasiones se localiza en una zona concreta del cráneo, aunque puede abarcar toda la superficie. Los ataques de migraña se inician con pequeños avisos del organismo, como luces parpadeantes, bostezos o pérdida de apetito. Los episodios de dolor pueden durar horas e incluso días y son difíciles de aliviar con analgésicos. La migraña tiene un fuerte componente hereditario y afecta a cerca de 4 millones de personas en España, en su mayoría mujeres.

 

Cefalea tensional

Es la más frecuente entre las cefaleas de tipo primario y se inicia con un dolor en la zona cervical que irradia hacia arriba, produciendo una sensación opresiva alrededor de la cabeza. Otros signos característicos son dolor al presionar algunos puntos, como la zona articular de la mandíbula, los huesos occipitales o los músculos esternocleidomastoideos. Es un dolor que no incapacita, pero que resulta muy molesto para el desarrollo de las actividades diarias. Se alivia con fisioterapia (estiramientos del cuello y ejercicios de elevación de hombros), y analgésicos y antiinflamatorios.

 

Cefalea en racimos

Es un dolor taladrante alrededor del ojo que puede durar varias horas e incluso alargarse durante semanas. Produce lagrimeo, congestión nasal y contracción de la pupila. Su origen guarda relación con la función del hipotálamo y se asocia principalmente a los cambios de estación. En España, afecta a unas 25.000 personas.

 

Cefalea por abuso de medicación

Habremos oído repetidamente la frase de “ha sido peor el remedio que la enfermedad”. Pues eso pasa en ocasiones con los analgésicos que tomamos para eliminar el dolor: por paradójico que parezca, acaban produciendo dolor de cabeza. Este tipo de cefalea es bilateral, es decir, se produce a ambos lados de la cabeza y se acompaña de una sensación opresiva. Se trata del tercer dolor de cabeza más frecuente entre la población, después de la cefalea tensional y la migraña.

 

Tratamientos y medidas preventivas

Por regla general, el dolor de cabeza se aborda con analgésicos, pero existen nuevos tratamientos que están ofreciendo buenos resultados. Uno de ellos es la terapia de Andulación, basada en los efectos analgésicos de las vibraciones mecánicas y el calor infrarrojo. El tratamiento se realiza a través de unos dispositivos mecánicos portátiles que pueden colocarse en casa de forma muy sencilla. En la web de HHP dispone de más información sobre el dolor de cabeza y la manera de abordarlo con la terapia de Andulación.

 

Otras terapias complementarias para combatir el dolor de cabeza pueden ser los ejercicios localizados en cuello y hombros, los masajes y la aplicación de calor.

 

Cuando se desconoce el origen de la cefalea, es interesante elaborar lo que se denomina un “diario del dolor”. Se trata de ir anotando las actividades que realizamos durante el día a fin de determinar el momento exacto en que se inicia el dolor. De esta manera, se puede averiguar si la cefalea va asociada alguna actividad concreta, a la alimentación o a un estado emocional determinado.

Dolor de cabeza, qué es y cómo abordarlo con eficacia